Delegada:INELSA PUPO DÍAZ 

Circunscripción 43 Baire 

Por.  COMUNICADOR DE LA ASAMBLEA MUNICIPAL 

La creación de los Órganos del #PodeRPopular marcaron  un hito dentro de la gestión del proceso revolucionario. Desde entonces hombres y mujeres de pueblo tomaron protagonismo por su quehacer al frente de la comunidad y en representación de sus electores. Una de las Delegadas en la demarcación de Baire, que se mantiene como delegada circunscripción  hace 8 años, cuenta su historia.

En el casco histórico de Baire radica la Circunscripción  43 con dos zonas: la 90 y la 140 con 10 CDR entre las dos zonas. En la comunidad encontramos algunos centros de trabajo  de interés como: una  Escuela Primaria, el Estadio, una Bodega, el Cine, un CMF, un Mercado, un parque  infantil, una Casa de Cultura, un Joven Club de Computación y Electrónica y la Empresa de Industrias Locales a esto se suma una población de 1800 personas. Desde el año 2015 Inelsa Pupo Díaz es la Delegada de la Circunscripción 43. Mujer alta, de carácter fuerte pero con un sensible corazón que ha sido capaz de ganarse el cariño, aprecio y respeto de sus electores.

Inelsa es una de las más de cuatro mil mujeres que hoy se desempeñan como delegadas de circunscripción en todo el país. Ha sido electa durante 3 mandatos consecutivos. Licenciada en  Prescolar,  mujer sencilla y de mirada apacible,  fomenta en su barrio el amor por la naturaleza a través de un Proyecto Comunitario que creó para cultivar la tierra y también valores.

Se describe a sí misma como una cubana optimista, sensible y enamorada de lo que hace. Quizás, gracias a ello, accedió a conversar un poco sobre su vida sin sospechar que desde su humildad contribuye a enaltecer, aún más, el lugar que la mujer se ha dado a sí misma dentro de la Revolución.

 

– ¿Qué significado tiene para usted trabajar como Delegada del Poder Popular?

 

 –Es un alto orgullo y reconocimiento que tengo que merecer con mi accionar diario, por eso todos los días me autoevalúo. Me pregunto cómo lo he hecho y cómo puedo hacerlo mejor. 

 

–A menudo escuchamos hablar de lo arduo de esta labor y los esfuerzos que entraña. ¿Hay satisfacciones?

 

 – ¡Un millón! Entre ellas encontrar una población agradecida, que valora nuestro trabajo, que entiende, participa, crea, aporta, sueña y se desvive por construir un mundo  mejor; de ahí que su exigencia sea mayor.

 

-¿Qué le dejo la pandemia?

 

-Mucho y no todo es malo. Aprendí que  significa la palabra solidaridad y  responsabilidad. Fueron días muy duro donde perdimos a familiares y vecinos queridos. Con ayuda de mi esposo y mi familia pude batallar duro y visitar  a cada una de las personas  aisladas que tenía en mi circunscripción.

 

 – ¿Considera que ser mujer ha influido de alguna forma en su desempeño profesional o que ha limitado su vida personal?

 

 –El trabajo de la mujer en los órganos del Poder Popular es de sacrificios, pero necesario. Hay que sentir amor por lo que se hace, por el pueblo, sentir el dolor ajeno como propio, y eso no es cuestión de género. Pero también lleva su cuota de combinación de acero y miel. 

 

–Formas parte de un ejército de mujeres que cada día construyen un mejor país desde el Poder Popular. ¿Qué les dirías?

 

 –Que continuemos juntas defendiendo la inmensa obra de la Revolución Cubana que nos dio la oportunidad de labrar nuestro futuro en iguales condiciones que los hombres. Que nos entreguemos con pasión a cada cosa que hagamos. Que conversemos con nuestros hijos, que no dejemos morir la rica historia, que no descansemos mientras exista una persona insatisfecha.