15-min.jpg
 
Información de la Cultura en Contramaestre

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado

Líder campesino que dedicó su vida a la lucha por los derechos del campesinado, contra los aberrantes abusos que cometían los gobiernos de turnos a los cuales se enfrentó y luchó sin descanso primeramente en la región oriental y después en todo el país.

Datos biográficos

Nació el 11 de agosto de 1899 en la finca Payares, en Bayamo. Fue su padre el pequeño agricultor Matías Cordero, de quien heredó un fuerte temperamento y férrea voluntad, rasgos que lo caracterizaron durante toda su vida y que puso de manifiesto en las luchas contra la explotación de la masa campesina y como militante comunista.

Adolescente aún, cuando solamente había alcanzado el tercer grado en la escuela primaria de la zona, abandonó el hogar paterno con el propósito de ganar el sustento con sus propios esfuerzos. A partir de entonces se dedicó a diversos trabajos: peón en la construcción de vías férreas, talas de montes y otras labores rudas.

Durante algunos años trabajó en los centrales Oriente, San Germán, América y Tacajó (Báguanos), en el último de los cuales se desempeñó como maquinista de locomotoras.

En 1920 ingresó en el ejército, pero sus sentimientos de justicia se oponían al carácter represivo del cuerpo armado en aquella época, pronto lo abandonó. De regreso a la finca de su padre, contrajo matrimonio con Rosa Hernández Maidique, quien habría de ser su compañera de toda la vida.

Trayectoria de lucha

Su espíritu de rebeldía frente a la explotación y los abusos de que era víctima la masa trabajadora, lo llevaron a situarse entre los opositores a la dictadura de Gerardo Machado.

A la caída del tirano, Románico, entonces radicado en Baire, donde tenía contactos con elementos revolucionarios, al frente de un número de vecinos decidió ocupar la finca Ventas de Casanova, feudo ganadero que Machado había conformado usurpando numerosas fincas.

Para la ocupación y reparto de las tierras, bajo la orientación del Partido Comunista creó un comité de lucha y posteriormente organizó la Asociación Campesina de Las Ventas. Surgieron entonces los enfrentamientos con los antiguos mayorales machaditas quienes, apoyados por la guardia rural y confabulado con el rico terrateniente Federico Fernández Casas, Fico, - Influyente político y dueño del central América-, trataron por todos los medios (triquiñuelas legalistas o destrucción de viviendas o sembrados) de despojar a los campesinos de las tierras ocupadas revolucionariamente.

Comenzaba para Romárico un largo batallar en defensa del campesinado trabajador, al cual habría de dedicar el resto de su existencia.

La decisión de los campesinos de ocupar las tierras usurpadas por el dictador contó de inmediato con el respaldo solidario de los obreros azucareros y de otros sectores laborales de toda la provincia de Oriente.

Muy pronto su lucha rebasó los límites de ventas de Casanova y se extendió su influencia a los diferentes escenarios donde los campesinos luchaban por la permanencia de la tierra.
Bajo la dirección y orientación del partido cuya militancia ya ostentaba, Románico hizo acto de presencia en El Realengo 18, El Vínculo, San Felipe de Uñas, Cananota, Baraguá, y otros muchos lugares de la provincia de Oriente, y más tarde de todo el país, explicando a los campesinos la necesidad de unirse, crear y fortalecer la organización en cada escenario de lucha para de esa forma enfrentar los desalojos, desmanes y atropellos de la oligarquía burgués-terrateniente.

En ese bregar por la justa reivindicaciones del campesinado, el dirigente agrario tomó consciencia de la necesidad de unir a los distintos focos de resistencia campesina dispersos a lo largo y ancho de todo el país, en una sola y pujante organización de carácter nacional. El fogueo en la lucha y el estudio de las causas de aquel estado cosas fueron puliendo y perfeccionado su personalidad.

Comprendió que obreros y campesinos tenían un explotador común frente al cual debían unirse para alcanzar la victoria, y se convirtió en firme exponente e impulsor de la alianza entre obreros y campesinos. Desde entonces fue tenaz defensor de la necesidad de esa alianza.

Cuando en octubre de 1937 se efectuó en la cuidad de La Habana La Primera Conferencia –Primer Congreso Campesino-, patrocinado por la Hermandad de jóvenes Cubanos, entre los dirigentes campesinos de diferentes regiones del país que acudían al llamado de la organización juvenil se encontraba él.

En aquella ocasión, ocuparon lugares principales la atención a los problemas de la tierra y los desalojos y se acordó trabajar por la creación de la Asociación Nacional Campesina de Cuba.

En 1938, al constituirse en Bayamo la Federación Provincial Campesina de oriente Romárico fue elegido su presidente y, en enero de 1939, en reconocimiento a sus luchas, fue seleccionado miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en el congreso celebrado en Santa Clara. Entonces habló a los campesinos villareños en un acto efectuado junto al monumento conmemorativo de la Batalla de Mal Tiempo, los exhortó a luchar por la unidad de clase campesina, de los trabajadores y de todo el pueblo cubano.

El prestigio ganado por Románico puede medirse por el hecho de que en aquella falsa república, el campesino pobre y de de filiación comunista, fuera electo delegado a la Asamblea constituyente de 1940 donde, como expresara en una ocasión el compañero Raúl Castro, junto a los otros delegados comunistas que integraban el grupo del partido, defendió los interese de la clase obrera, del campesinado y de todo el pueblo.

Igual confianza le dispensó el pueblo oriental al elegirlo representante a la cámara por el período 1940-1942, legislatura en la cual mantuvo la posición inclaudicable que siempre había manifestado.

En el segundo congreso efectuado en 1941, fue creada la Asociación Nacional campesino, efectuado en 1941, fue creada la Asociación Nacional Campesina de Cuba (ANC)y Románico resulto electo su presidente, cargo que habría de desempeñar hasta la ilegalización de esa organización por la dictadura batistiana.

En el ejércicio de sus funciones recorrió todo el país, contribuyó de forma decisiva al desarrollo del movimiento campesino a escala nacional. Sus orientaciones, claras y precisas y el enfrentamiento directo a magnates, latifundistas y a la represiva Guardia Rural, fortalecieron la decisión de los campesinos de oponerse a los desalojos y reclamar una reforma agraria integral que les entregara gratuitamente la tierra que trabajaban.

Fue fundador y director, durante muchos años de la publicación mensual Unidad Campesina, el órgano de la ANC, cuya edición se mantuvo ininterrumpidamente durante la existencia de la organización.

Los innumerables artículos publicados por él no solo en Unidad Campesina, sino también en los periódicos, Hoy y Vanguardia Cubana, la revista Fundamento y otros órganos, llaman la atención por la valentía y claridad con que expresaba sus ideas y combatía a los explotadores, así como por la fluidez y sentido didáctico de su redacción.
En ellos desenmascaró las maniobras politiqueras de los gobiernos de turnos. Ejemplo de esto son sus alegatos contra los decretos 2649 y 4138 dictados por los gobiernos auténticos de Ramón Grau San Martín y Carlos Prío Socarra, respectivamente.

De igual forma se pronunció contra el contenido demagógico de los decretos 247 y 297 dictados por la tiranía batistiana. Unos y otros propugnaban una falsa reforma agraria cuyo verdadero objetivo eran que los campesinos compraran o pagaran rentas por las tierras en litigio que los latifundistas pretendían usurpar al estado.

También fueron enérgicas sus denuncias contra la concesión de créditos onerosos por el banco de fomento Agrario e Industrial de Cuba (BANFAIC) o cuando el cacareado reparto de las tierras de Ventas de Casanova, durante el gobierno de Prío Socarrás. En esa ocasión expresó que el gobierno no podía hacerlo por la sencilla razón de que esa labor de distribución la realizaban, ellos, los campesinos, a la caída del tirano Machado, en medio del terror, cuando se llevaban preso a los dirigentes a los campesinos y los encerraban en los calabozos.

Cuando la tiranía batistiana ilegalizó el Partido Socialista Popular (PSP), reprimió el movimiento de masas y cercenó brutalmente las pocas libertades existentes en el país, Románico cumplió de forma disciplinada de las tares clandestinas encomendadas por el partido.

A penas comenzó a reorganizarse el movimiento campesino en el territorio liberado del Segundo Frente Oriental “Frank País García”, bajo la jefatura del comandante Raúl Castro, orientado por el partido se trasladó a ese lugar a dar su aporte y experiencia, y colaboró en el empeño insurrecional y en los preparativos del congreso Campesino en Armas.

Tras el triunfo revolucionario participó en la celebración de la Plenaria Provincial Campesina, realizada en Santiago de Cuba el 24 de febrero de 1959, donde quedó constituida la Asociación Provincial Campesina “Frank País”.

En el transcurso de 1959 y 1960, como miembro de la comisión agraria de PSP trabajó con entusiasmo en la aplicación de la primera Ley de Reforma Agraria.

Cada latifundio intervenido, cada campesino, aparcero, arrendatario o precarista que recibía el título de propiedad, proporcionaba a Románico la satisfacción de ver materializado su más anhelado sueño de luchador agrario.

Asimismo, apoyó la democratización de las organizaciones colegiadas de productores, controladas hasta entonces por la burguesía agraria y la vertebración a escala nacional del movimiento campesino, clasista e independiente, que diera pleno respaldo a la política agraria de la Revolución, proceso que cimentó las bases para la creación de la ANAP el 17 de mayo de 1961.

En 1961, atendiendo a su solicitud, fue designado administrador de una granja del pueblo de Vertientes, provincia Camagüey. Allí trabajó con dedicación y amor hasta que por motivos de salud fue necesario imponerle la jubilación para preservar su valiosa vida.

Los últimos años los vivió en una pequeña parcela en las cercanías de contramaestre, zona aledaña a Ventas de Casanova, donde iniciara sus luchas en defensa de la tierra.

Muerte

Falleció el 18 de agosto de 1969, a los setenta años.
En reconocimiento a su larga y ejemplar ejecutoria le fue conferido el grado de comandante muerto en campaña. Su vida y ejemplo están presentes en la memoria y acción del pueblo cubano y en la obra de la Revolución, a la cual entregó su inteligencia y energía.

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado

Soldado del Ejército Libertador. Fue el último combatiente cubano de las Guerras de Independencia en morir, por lo que se le denominó el último Mambí.

Síntesis biográfica

Nació el 15 de agosto de 1881 en el seno de una familia campesina pobre, en el lugar conocido por Guayabal, punto intermedio entre Contramaestre y Venta de Casanova, incorporándose desde muy temprano a las labores agrícolas ayudando a su padre en el sostén de una numerosa familia.

Guerra del 95

Incorporación a la Guerra del 95 . A los 16 años de edad, Fajardo Vega se incorpora a las filas del Ejército Libertador Cubano el 10 de julio  de 1897, incorporándose a la escolta del entonces general de brigada Saturnino Lora, en el  2 cuartel general,  División 2 Cuerpo que operaba en Jiguaní y Bayamo. Posteriormente fue trasladado al regimiento de infantería de Baire, perteneciente a la 1 brigada de la misma división.

Sus otros seis hermanos se fueron también a la manigua, a ganar con las armas la independencia cubana, y uno de ellos, Francisco, se sumó a las tropas del lugarteniente general Antonio Maceo Grajales y junto a él protagonizó la Invasión de Oriente hacia Occidente, una de las hazañas militares más trascendentes de su época.

Pese a las penurias económicas de la época, el luchador independentista rehusó cobrar pensión alguna por su participación en la guerra, al considerar que no había ido a ella por interés material, sino por la libertad de Cuba. Esta posición él mismo la definiría así: “Cada vez que la Patria ha estado en peligro, he dejado mis oficios y me he puesto al servicio de su defensa y cuando volvía la paz, de nuevo a mis oficios. ¡Nada de estar viviendo de la Patria!

En la República

Durante la República participó en la sublevación del Partido Independiente de Color  mayo y junio de 1912 y en el alzamiento de los liberales contra el reeleccionismo del presidente Mario García Menocal febrero de 1917. Durante la Guerra de Liberación Nacional de Cuba colaboró como armero en el Tercer Frente Mario Muñoz Monroy, del Ejército Rebelde, en la región de Santiago de Cuba. Estuvo presente en  la Guerrita de la Chambelona, una experiencia que pasó a la historia de Cuba, como algo triste, pues cubanos deshonestos se enfrentaron con aspiraciones arribistas de ambos lados.Su posición fue  a favor de la libertad de Cuba, sin compromiso de partido alguno, siempre con el honor como escudo y los ideales libertarios como armas.

En las luchas desarrolladas por el Ejército Rebelde liderado por el comandante en jefe Fidel Castro Ruz, participó como armero del III Frente Oriental . El triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959  lo sorprende con la carabina al hombro, ya no es el bisoño mambí que tuvo la desdicha de llevarse a la tumba la última imagen de Antonio Maceo vivo, es un hombre dedicado a las faenas agrícolas, un simple campesino que no escribió libros sobre la guerra como lo hicieran muchos de sus contemporáneos.

Tributo

Este sencillo hombre de campo se comprometió con la causa de Fidel Castro y es de los que se vincula a las diferentes acciones que emprende la Revolución.

No dejó obra escrita que lo inmortalizara, ni ningún poeta cantó sus glorias. Como hombre anónimo salido de lo más profundo de lo cubano, su misión fue darse a los humildes con los que compartió suerte como uno más, no tuvo grandes hechos de guerra, ni se distinguió por sus hazañas militares, pero sus ojos fueron los últimos que vieron al Ejército Libertador, los últimos que vieron a Antonio Maceo vivo.

El soldado Juan Fajardo Vega recibió numerosos condecoraciones sobresaliendo la medalla por Servicios Distinguidos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en ocasión de cumplir 107 años, en reconocimiento a su larga y destacada trayectoria revolucionaria.

Era el único combatiente del Ejército Libertador con vida en Cuba en el año 1990. Murió el 2 de agosto de ese mismo año  en Santiago de Cuba. Su cadáver  fue velado en el histórico Museo de la localidad de Baire y  sus restos fueron depositados en el Mausoleo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en El Cacahual, provincia de La Habana  junto al invicto general Antonio Maceo y su joven ayudante Panchito Gómez Toro. .

Juan Fajardo Vega es el hombre humilde que dijo ante el tribunal de la historia:

“Cada vez que la Patria ha estado en peligro, he dejado mis oficios y me he puesto al servicio de su defensa y cuando volvía la paz, de nuevo a mis oficios. ¡Nada de estar viviendo de la Patria!”. 

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado

Teniente Coronel del Ejército Libertador cubano. Combatiente de las guerras del 68 y del 95.

Síntesis biográfica

Nació en Bayamo, Oriente, en 1848. Participó en la Guerra de los Diez Años, en la Cual alcanzó el grado de comandante. En la del 95 se alzó desde el primer día en Bayate, Oriente, junto al mayor general Bartolomé Masó.

Fue ascendido a teniente coronel el 15 de marzo de 1895, cuando integraba la Brigada de Jiguaní (1ra Brigada, 2da División, 2do Cuerpo). Fue gravemente herido en el combate de Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895, cuando intentaba rescatar el cadáver del mayor general José Martí. Murió tras permanecer inconsciente dos días.

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado

Comandante del Ejército Libertador de Cuba. Luchador incansable y defensor de las ideas de liberación de los cubanos.

Síntesis biográfica

El 24 de agosto de 1856 nace Bartolomé Rondón Borrero, hijo de Manuel Rondón y Margarita Borrero ambos de origen humildes. Sus primeros años trascurrieron en la mayor pobreza, estrechez y analfabetismo por lo que no pudo cursar los primeros grados de enseñanza primaria.

Labor revolucionaria
Siendo casi un niño se lanzó a la manigua redentora haciendo valor de su estirpe, uniéndose a las tropas mambisas que luchaban por la libertad de la patria en la zona jiguanicera.

Al terminar la guerra en 1878 ostentaba ya los grados de Sargento, grado militar que obtuvo merecidamente, pues tan pronto ingresó en las filas insurrectas demostró singular valor, destreza y osadía.

En la Guerra del 68 sus jefes fueron Mariano Torres y Jesús Rabí. Al producirse la Guerra Chiquita se incorporó rápidamente a la misma, pero esta fracasó debido a la falta de recursos y por haber caído prisionero el máximo jefe e inspirador Mayor General Calixto García.

En la etapa aparente de paz (de 1880-1895), Bartolomé radicaba en la zona de Baire y Maffo, dedicándose a la agricultura y a la ganadería.

El Grito Libertario del 24 de febrero de 1895 lo encontró en Baire incorporado a las fuerzas mambisas. Junto con Teodoro Meriño sirvió de correo para ratificar la orden del alzamiento en Baire.
Méritos recibidos

Así se inició en la guerra y fue ganando a fuerza de coraje y valentía los grados de Teniente, de Capitán y finalmente de Comandante del Ejército Libertador de Cuba.

Principales combates
Durante los 3 años y medios que duró la guerra del 95 participó en numerosos combates y en infinidad de escaramuzas en las que se encontraban las de:

  • Managuaco
  • Las Mangas
  • Palo Picado
  • Juan Barón
  • El Cacao
  • Tira Palo
  • El Rincón
  • El Acantilado
  • El Corojo, etc
  • Así como en la toma de Las Tunas, la de Baire, en Jiguaní y en Guisa.

Al terminar la guerra de independencia de 1898 se le ofreció el llamado ´´ Grado de Gracias ´´, o sea el inmediato superior de Teniente Coronel pero él se negó a aceptarlo alegando que sólo quería y apreciaba el de Comandante que se había ganado combatiendo en la manigua redentora.

Ratio: 5 / 5

Inicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activadoInicio activado

Conocido por el pueblo cubano como el General de los humildes, fue merecedor del respeto y admiración de grandes líderes en la gesta independentista como Calixto García, Antonio Maceo y Flor Crombet, demostrando valentía, coraje, patriotismo y decisión en las luchas por la independencia de Cuba.

Síntesis biográfica

Nació el 24 de junio de 1845 en la finca "el Calabazar" cerca de Jiguaní, Oriente. Fueron sus padres Carlos Sablón Mañach, de origen dominicano, y su madre María Moreno, cubana y natural de Jiguaní.

Su niñez se desarrolló en difíciles condiciones. La poca instrucción recibida por Jesús y sus hermanos se la proporcionó su padre en los ratos libres, luego de regresar de las faenas agrícolas. Fue una instrucción elemental, a la medida de sus escasas posibilidades, pero que unida a una formación esmerada, hicieron de los hijos de la familia Sablón Moreno una prole ejemplar. En éste ambiente transcurre la niñez, adolescencia y juventud de Jesús Sablón y sus hermanos, entre ellos Francisco Sablón.

El nombre de Jesús Rabí está en estrecha relación con su padre, el cual era llamado así, por todo el que lo conocía y cuya significación era maestro. A Carlos Sablón se le llamaba así cariñosamente de ésta forma por ser un hombre de carácter justiciero y por su recta conducta, Jesús que tenía un extraordinario parecido a su padre, fue llamado igual que él.

Participación en la Guerra de los Diez Años
A raíz de su participación en los primeros combates en la Guerra de 1868 sus compañeros comenzaron a llamarlo Rabichi, como nombre de guerra lo que causaba gran impresión a los soldados españoles de sólo oírle mencionar.
En la guerra de 1868 se alzó en Santa Rita, uniéndose a las fuerzas de Donato Mármol. Dos días después participó en el ataque a Jiguaní y tomó parte en la carga al machete de Venta del Pino (Pinos de Baire) bajo las órdenes del general Máximo Gómez.

Resultó herido en el combate de Rejondón de Báguanos el 26 de junio de 1872. El 5 de enero de 1874 fue ascendido a comandante y nombrado jefe del Primer batallón del regimiento de Jiguaní. Combatió bajo las órdenes de Calixto García, Luis Figueredo y Antonio Maceo. Estuvo al mando de la escolta del presidente Carlos Manuel de Céspedes, con grado de capitán. El 6 de septiembre de 1874 se encontraba junto con Calixto en la acción de San Antonio de Baja, pero no pudo impedir que éste cayera en manos de los españoles.

Aunque brindó su apoyo a la sedición de Lagunas de Varona el 26 de abril de 1875, cinco días después se lo retiró. Participó en la Protesta de Baraguá.En noviembre de 1876 mientras en Las Villas y Victoria de Las Tunas los combatientes se negaban a combatir en otros lugares o bajo el mando de jefes de otras provincias, en Oriente, Jesús Rabí batía duramente las fuerzas enemigas entre Manzanillo y Santiago de Cuba.

Con los grados de Tte Coronel pasó a las fuerzas bajo el mando del General Titá Calvar, el cual propuso su ascenso para Coronel confiriéndosele el mando del Regimiento de Jiguaní. Con el mando de éste Regimiento pasa a las órdenes del brigadier Guillermón Moncada. Al conocer de la firma del Pacto del Zanjón por los camagüeyanos se siente disgustado y marcha rápidamente en busca del General Maceo.

El 8 de marzo de 1878 en Barigua, jurisdicción de Santiago de Cuba se reunían con Antonio Maceo la oficialidad del Ejército Libertador de Holguín, Santiago de Cuba, Guantánamo, Jiguaní y Las Tunas, entre ellos estaba Flor Crombet, Guillermón Moncada, Jesús Rabí, Quintín Banderas, José Maceo y otros, para conferenciar sobre la firma de aquel tratado que no contó con el criterio de los orientales y que le daba a Cuba una paz sin independencia.

Todos estos jefes mambíses apoyaron decididamente la propuesta de Antonio Maceo de continuar la guerra. El 15 de marzo de 1878 se efectuó la Protesta de Baraguá, entre la alta oficilidad que acompañó a Antonio Maceo estaba Jesús Rabí formando parte de su estado mayor. En ese lugar, el 17 de marzo de 1878 el gobierno provisional del mayor general Manuel de Jesús Calvar lo ascendió a teniente coronel y lo destinó a la región de Jiguaní.

Período entre guerras
Para participar en la Guerra Chiquita se alzó el 5 de octubre de 1879, en Jiguaní. Luego de sofocado el levantamiento siguió vinculado a los independentistas y participó en la llamada conspiración de la Paz del Manganeso.

Guerra del 95
En la contienda de 1895 se alzó el 24 de febrero de ese año, en Las Yeguas, cerca de Jiguaní. Dos días después, por aclamación de las tropas, tomó el mando de las fuerzas sublevadas en Baire y Jiguaní.


Se plantea que en los primeros días aceptó aparentar una tendencia autonomista con el objetivo de ganar tiempo para organizar las tropas. A mediados de Abril de 1895 se subordinó al mayor general Antonio Maceo. Participó entre otras acciones en:

  • 7 de marzo de 1895 libró la acción de Los Negros.
  • 13 de mayo de 1895 participó en el Combate de Jobito, once días después fue ascendido a general de brigada
  • 13 de julio de 1895 Combate de Peralejo.
  • 10 de agosto de 1895 dirigió las acciones de El Cacao donde un proyectil le atravesó el omóplato.
  • 31 de octubre de 1895 participó en la Batalla de Palo Picado.
  • 2 de octubre de 1895 asumió interinamente la jefatura del Segundo Cuerpo, aunque el verdadero mando lo continuó ejerciendo el mayor general Bartolomé Masó hasta el 1 de diciembre de 1895.
  • 21 de agosto de 1896 Intervino en los Combates de Loma del Hierro.
  • 17 al 18 de octubre de 1896 combate en Guáimaro.
  • 4 de octubre de 1896 Alzamiento en la Marina.
  • 4 de noviembre de 1896 combate en Lugones.
  • 16 de diciembre de 1896 el Consejo de Gobierno lo ascendió a mayor general.
  • 12 de marzo de 1897 combatió en Jiguaní.
  • 22 de marzo de 1897 combate en Baire.
  • 28 al 30 de agosto de 1897 participó en la Toma de Las Tunas.
  • 28 de noviembre de 1897 Combate de Guisa.
  • 28 de abril de 1898 estuvo, junto con Calixto, en la Toma de Bayamo.
  • Fue designado segundo jefe de la agrupación de tropas creada para librar la Campaña de Santiago de Cuba, bajo las órdenes de Calixto.
  • 25 de junio de 1898 embarcó con su estado mayor por Aserradero para desembarcar, al día siguiente, por la playa de Siboney.
  • Estuvo en el ataque a El Caney y en el Combate de la Loma de San Juan.

República Neocolonial
Concluida la guerra se negó a ocupar cargos públicos durante la ocupación militar norteamericana.
Durante la Segunda Intervención Norteamericana se desempeñó como inspector de Montes y Minas. Viajó a La Habana y le comunica en 1906 al gobernador Charles Magoon, que su único deseo era que arriaran la bandera norteamericana del Castillo de El Morro y pusieran a ondear la bandera cubana.

Rabí estuvo dentro del grupo de veteranos cubanos que en 1915 escribió al Papa pidiendo la canonización de la Virgen de la Caridad del Cobre. Dentro de los firmante de la carta era el de más alta graduación del Ejército Libertador cubano.


Muerte
Tenía la dura convicción de que:
“La miseria no mata”
Se retiró a su casona de Baire, donde falleció el 5 de diciembre de 1915 rodeado de sus hijos y de su pueblo.

 

¿Le ha resultado útil la información publicada en este portal?